El Sagrario donde no Estás

Sal, Señor de los “sagrarios” En donde te hemos recluido… Baja de allí, de los nichos De los altares… Sal de las sacristías, De las catedrales oscuras a donde te hemos reducido… Porque hemos secuestrado tu Palabra, Dejando a un lado la Buena Nueva Liberadora, Alegre, Confiada… Hemos dejado a un lado la Palabra de Fiesta, Con Sabor a Primavera, con Aroma a Mañana recién amanecida. Hemos reducido tu Palabra, para sólo predicar Normas, preceptos, y mandatos - ¿tuyos? Hemos quitado la carne a Tu Mensaje, El Amor y la Justicia a tu Voz, Contentándonos con realizar actos sacramentales, Oraciones sin vida, salmos sin esperanza, danzas Que dan espalda al Sol y ocultan el rostro a la Brisa ¡No nos preocupan tus pobres, Señor! No nos cuestionan la vida… No nos preocupa el diferente, la marginada, el discriminado… No nos ocupa ni la Tierra, ni la Verdad, ni la Belleza, ni la Alegría… Sólo nos preocupa aquello que forma parte de las estadísticas: Los bautizados, los confirmados, los casados, l...