Santa María del Buen Humor, Señora de la Sonrisa

Santa María de la Alegría y el Buen Humor, Señora de la Sonrisa



De seguido, la imagen más común que tenemos de María, es la de una mujer llena de dolor, “con el corazón traspasado por el sufrimiento” ante la pérdida de su Hijo.

Leyendo con calma los pasajes del Nuevo Testamento; dejándonos seducir por la voz y la Palabra del Judío Jesús de Nazaret, y de aquellos que fueron sus seguidores, encontraremos de continuo referencias a fiestas, a banquetes, a celebraciones llenas de alegría.

Jesús fue un hombre alegre, seguramente un gran contador de historias, un hombre feliz.
¿De dónde provendría tal buen humor? ¿Dónde aprendió a reír, a celebrar la vida, a cantar las grandezas del Señor? En casa, en la casa del Carpintero, junto a José, junto a María.

Sí, María de Nazaret, debió haber sido una mujer, con los labios siempre llenos de sonrisas.

En las Bodas de Canaán, celebró también con el Vino, el mejor de todos: el vino de la alegría compartida, el vino de la vida que se celebra, se reparte, se entrega.
María del Buen Humor, Madre de la Alegría… ¡Celebra con nosotros!


El cuadro Santa María del buen humor fue pintado por el Padre José María Viñas cmf.
Mas información sobre su obra en el enlace





En San Joaquín (Carabobo - Venezuela), la primera "fiestera" es Carmencita


Nuestra Señora de la Sonrisa 


En Camboya, en el sudeste asiático, se encuentra una advocación de María bien particular: Nuestra Señora de la Sonrisa. Mujer que, celebra la vida en Dios, parece continuamente cantar: “Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador” (Lc 1 46-47).

 

Es Camboya, un pueblo golpeado por la guerra, el hambre, y   circunstancias difíciles (harto conocido el genocidio camboyano y los años sombríos del Khmer rouge). Sin embargo, el camboyano sonríe en todo tiempo y lugar. Su sonrisa, les abre a la esperanza. Ya lo decía madre Teresa de Calcuta: la paz comienza con una sonrisa. 

 

Así, la figura de María campesina de Nazaret, morena y pequeñita, se hace camboyana en la cultura camboyana, en la identidad e historia de un pueblo, donde Dios puso su morada, siglos antes de que los primeros misioneros cristianos llegaran a estas tierras.

 

María, Madre y Señora de la Sonrisa, que nuestra alegría sea un canto de esperanza en el Dios liberador “que derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes” (Lc 1, 46-55).





Comentarios

  1. Esta obra pertenece o bueno es inspiración (para el la alegría no tenia dueño) del Padre José María Viñas cmf., hombre feliz que no sabia como decirle al mundo que ser feliz es facil y creo yo Dios lo inspiro a mostrar una madre alegre con un hijo gozoso.

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  2. Muchísimas gracias por la información. Ha sido actualizada

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