Vicente de los Pobres
Eres más que una estampa.
Eres más que una imagen de yeso, sin piel, sin sentimientos…
Eres una voz, que prestó oído a la Voz
Encarnada en el que se queda afuera,
En la que, parada junto a los
escalones del templo, extiende sus manos
hacia el incierto…
Eres más que una figura envejecida, con cara de abuelo tranquilo
sentado en un sillón de seda…
Tú clamas aún junto aquellos, junto a aquellas,
Que lloran entre los barrancos de las ciudadelas, que venden su cuerpo
por un pedazo de pan,
Que deambulan ebrios de dolor, de olvido, y de pena…
Eres acción que prestó sus manos al Hacedor
Y que no se quedó a contemplar sagrarios de oro, o plata o bronce,
Sino al Sagrario Viviente en el pequeño, en la olvidada,
En esa que no cuenta en estadísticas, porque jamás tuvo escuela.
Contemplaste a Cristo en los pobres,
Y los pobres te hicieron humano y hermano de a de veras.
Eres hombre de carne y de hueso, hermano Vicente de los pobres
Eres palabra que supo apalabrarse en La Palabra,
Que nos llama a construir Justicia, que nos llama a vivir en
Fraternidad,
Que nos invita al banquete solidario, a la fiesta de bodas de la vida sencilla, que nos quiere felices en Libertad.
Oh, hermano Vicente…
¡Cuán urgente te nos haces hoy, en este mundo de ambigüedades!
Para gritar la hipocresía de los Grandes que aprisionan a los Chicos,
Para denunciar esa mal convenida forma, donde la ley del más fuerte
Está por encima de la vida, del amor, y de la paz.
¡Multinacionales que crecen a pasos agigantados en los países pobres,
Donde a las obreras y obreros les dan sólo sobras y migajas!
Epulones que crean miseria tras miseria, y luego se lavan las manos
En la sangre misma de los Lázaros hambrientos…
Y aún nosotros, hermano Vicente, aún nosotros…
Hacemos pobres por doquier, los tenemos por slogans, y nos tomamos
fotos
Sonriendo en la miseria que otros sufren,
Poniendo nuestra mejor pose para la revista o el diario digital, o la propaganda misionera.
Sí, hacemos pobres, y los utilizamos para calmar nuestras conciencias
En este círculo vicioso de caridad sin misericordia, y de misericordia
sin justicia…
Hacemos eventos grandísimos para los pobres… Les damos de comer, les
damos de beber, les damos de vestir…. ¡Pero siguen siendo pobres! No porque
sean pobres, sino porque para nosotros son “pobrecitos”, una raza diferente,
sólo un manojo de apetitos.
Caridad sin justicia, desorganizada, de sólo dar pan….
Fabricamos pobres cuando callamos, o cuando sólo nos quedamos en la
periferia
Viendo sólo lo evidente, juzgando a aquella, a la que es diferente,
O señalando con el dedo al que se queja… Pero sin ir más allá, Vicente…
Sin ver más allá de lo concreto.
Eres más que una estampa
Eres hombre de fe, de manos campesinas, de rostro acrisolado por el
sol, por el viento y por la arena…
Te necesitamos hoy, Vicente de los Pobres…
Los pobres te necesitan hoy…
Tú, hombre orante en la acción, camina junto a nosotros
En estas calles donde mora y sonríe tu Señor.
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