Wangari Mathaai by Fr. Roland Laneuville,sme
By Fr. ROLAND Laneuville
Conección Kenya No 15
Conección Kenya No 15
Queridos amigos y amigas:
Era loca, insumisa, indomable.
He aquí los calificativos que se le atribuyeron muchas veces y que no vaciló en
asumir titulando su autobiografía: "Unbowed". Acabo de terminar este
libro inspirador. He aquí una Keniana notable: Wangari Maathai. Les hablo de ella
con pasión.
Comenzó sobre
nuestra calle (¡ en mi estilo hasta digo sobre nuestro terreno!) lo que llegó a
ser el Green Belt Movement, lo que le valió el Premio Nobel de la Paz en 2004.
Me acuerdo cuando ganó este premio, me había dicho: " es un poco curioso
que un premio de la paz sea otorgado a una mujer cuya principal batalla fue de
plantar árboles. " Luego comprendí cuando leí que el jurado de Oslo había
saludado su combate en estos términos: " la paz sobre la Tierra depende de
nuestra capacidad de proteger nuestro medio ambiente. "
Esta loca salvó lo que hace
hoy el honor de Nairobi, esta ciudad jardín. Esta loca salvó el parque Uhuru,
el pulmón del centro de la ciudad que el ex presidente Arap Moi estaba a punto
de cederles a inversores para edificar rascacielos. Esta loca salvó el bosque
Karura, en el norte de la capital, que el mismo presidente quería privatizar.
Me encuentro en ella, porque
creo que su actitud es la de una verdadera misionera: su competencia de bióloga,
ella la puso al servicio de las mujeres analfabetas. Su muerte bien merecía que
nuestra pequeña Sociedad misionera la imitara plantando un árbol sobre la calle
que ella caminó para salvar la vida del país, particularmente la de los más
pobres. ¿ Qué escribimos al lado de la pequeña planta ? Pues bien, una palabra
de Wangari: " The little things citizens do will make the difference. My
little thing is planting trees. "
Su misma muerte fue una
proclamación de aquello en que creía: al pedir ser incinerada (lo que es
todavía escandaloso aquí), invita África a disponer de cuerpos de otro modo que
con el derribo de bosques para hacer tumbas. Es como si dijera : " Dios
puede resucitar un tazón de
ceniza tanto como un tazón de polvo. " He aquí
mi reflexión de noviembre. Esto no es ni pesimista ni negro; al contrario. " ¡ Perhaps heaven is
green! ", decía. No, la corrijo. Digo más bien: ¡ El cielo seguramente es
verde!
Tengo la edad de Wangari y me
gusta plantar también árboles: los verdaderos y otros que marchan, por ejemplo los
futuros misioneros a los que acompaño! Posiblemente algunos se acordarán de que,
en el momento de mi 25 de ordenación había presentado la bella película de
Fréderic Bach: " El hombre que plantaba árboles ". Para promover el
respeto de la creación - como decimos ahora-, mandé a pedir esta película y voy a hacer la promoción de
ella en mi medio. ¡ Será un modo de perpetuar la memoria de la mujer qué también
plantaba !
Visita: http://www.smelaval.org
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