Nuevos "Jonases" para las nuevas Nínives
Nuevos “Jonases” para las nuevas Nínives O la pregunta de por qué ser misionero es cuestión de ir a la otra orilla … La Vida es movimiento continuo. Ese es su más grande distintivo: dinamismo, movilidad. Nada de lo que tiene vida permanece estático. Árboles y selvas, ríos y mares, grandes bestias salvajes, ¡todo lo creado! está en movimiento. El Evangelio genera vida, porque brinda vitalidad, fuerza… Porque ANIMA; y por ende, genera movimiento, y ruptura con todo aquello que atenta contra la vida, con todo aquello que produce estancamiento, aburrimiento, y rutina. Todo lo que no genera vida, se opone al Evangelio. Por eso la Buena Noticia es comparable al viento que sopla, a los lirios de un campo, a la luz que alumbra chispeante en medio de la sala, a la mujer que barre la casa, a la levadura que crece, a la semilla que muere y genera vida… Frecuentemente vemos a Jesús en movimiento, cruzando senderos, caminos, “cruzando hacia la otra orilla” de los límites cul...