El Circo de la Vida Vivimos en un “circo” continuo de emociones: lloramos, reímos, gritamos, callamos. Nos dejamos llevar por distintos placeres, nos aventuramos, nos acobardamos. Por tanto a veces somos payasos, trapecistas, domadores, malabaristas, depende del día, depende del momento, de la situación y de la emoción que llevemos implícita. No podemos ser payasos si nuestra tristeza nos invade; del mismo modo no podemos ser domadores si nuestro espíritu se encuentra totalmente fuera de "cobertura"… A veces nos tocará domar la “fiera” que tod@s llevamos dentro, a veces nos tocará mostrarla al mundo, para defendernos y establecer límites. Otras veces nos tocará subir por el trapecio de los obstáculos del camino, porque la primera vocación a la que fuimos llamados, fue crecer superando los obstáculos; y entonces, arriba, bien arriba, cuando quizás muchas voces nos decían que no podíamos llegar, lanzarnos al vacío, confiando en Aquél que está en Silencio junto a nosotros. Y ...